sábado, 18 de diciembre de 2010

Autoestima

La autoestima o amor propio es el valor que nos damos a nosotros mismos. Nuestra imagen personal es la idea que tenemos como resultado de nuestras capacidades, logros así como la valoración que hacen de nosotros las personas de nuestro entorno.

Los niños pequeños toman conciencia de si mismos con la socialización. La educación en casa y en el colegio condiciona la actividad y el pensamiento del niño para adaptarlos a las normas sociales. Este proceso implica la represión de la actividad espontánea mediante reproches y castigos y el premio por las acciones consideradas positivas.

Así, desde los primeros años de vida, el ambiente familiar y escolar impone al niño sentimientos de incapacidad, miedo y culpa para condicionar su conducta. El niño aprende a evitar el castigo y conseguir la aprobación.

Las personas referimos nuestra propia valía y estima en la apreciación que tienen de ella los demás. Las figuras de autoridad -padres, maestros o jefes- condicionan nuestro amor propio.

La autoestima o amor propio es un requisito importante para alcanzar la felicidad. Las personas con alta autoestima tienen respeto por sí mismas, se sienten seguras, capaces y saben poner límites. Personas con baja autoestima pueden sufrir maltrato psicológico, acoso laboral y, en el peor de los casos, violencia.

Mejora tu autoestima

La autoestima o amor propio debe ser la valoración justa y objetiva de uno mismo. Esta valoración nos permite reconocer nuestras capacidades, virtudes y valores para potenciarlos y apoyarnos en ellos durante la vida, así como nuestros defectos para corregirlos.

Toda persona tiene cualidades ejemplares. Hay hombres y mujeres generosos, creativos, intelectuales, deportistas... En cada uno de nosotros hay facetas únicas y dignas de admiración .

1. Conoce tus virtudes y defectos

Todos tenemos virtudes y defectos. Conoce los tuyos y valóralos de forma objetiva. No permitas que nadie cuestione tus valores. Una reflexión justa sobre ti mismo es el primer paso para mejorar tu autoestima.

2. Apréciate a ti mismo

Eres una persona inteligente, valiente y capaz. Tienes valores que te hacen una persona única, digna de tu amor y tu respeto. Hay buenas razones para que te ames a ti mismo.

3. Cuídate

Tu eres importante y te mereces lo mejor. Muchas veces estamos muy ocupados atendiendo a otras personas y nos olvidamos de nosotros. Cuídate. Siéntete bien contigo mismo.

4. Haz lo que te gusta

Deporte, música, lectura, meditación....dedica tu tiempo a las actividades que te gustan. Si tienes una afición o un hobby, planifica tu tiempo libre para disfrutarlo. No dejes de hacerlo, nadie debe quitarte ese derecho. Te lo mereces.

5. Relacionate con personas positivas

Las personas alegres y optimistas aportan buenas vibraciones.
Busca amigos que tengan actitudes positivas y que te valoren.

6. Pon límites

No soportes situaciones ni actitudes que ataquen tu dignidad ni tu autoestima. Hay cosas que no debes tolerar. Pon límites.

Eres una persona valiosa. Cuida tu autoestima. Es una pieza clave para tu felicidad. Date el respeto y el aprecio que mereces.




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viernes, 17 de diciembre de 2010

La felicidad está en el presente

Isabel decidió salir a pasear por el pequeño bosque que había cerca del pueblo. Salió de casa y caminó hasta el final de la calle. Se desvió a la derecha y cogió el sendero que llevaba a los árboles. Era una preciosa mañana de primavera. Los rayos del sol sorteaban hojas de los árboles, el aire era suave y fresco, cargado de aromas de romero y hierbabuena. Pájaros de los más bellos colores volaban entre las ramas. Mientras caminaba, la mente de la mujer pensaba: -”Que linda mañana.... pero que no se me olvide que tengo que tender la ropa, luego debo ir al mercado. Hoy los niños salen antes del colegio así que pondré la mesa cuando vuelva....”

Así es la condición humana. Nuestros pensamientos toman el control de nuestra conciencia y nos impiden percibir la espectacular belleza de la vida. Cuando estás viviendo el ahora, la mente te invade con pensamientos extraños. Pensamientos que llegan para alejarte del presente, porque la mente no tolera la quietud y la paz.

Las personas nos identificamos con nuestros pensamientos. Pensamientos que nos empujan -queramos o no- y se hacen presentes a cada momento. Pensamientos que reclaman atención, que nos arrastran a emociones, preocupación, miedo, resentimiento... Pensamientos que nos perturban y, sobretodo, nos impiden disfrutar de la belleza y la paz del momento presente, el único que tenemos.

Tu yo íntimo es más profundo, es la conciencia que percibe las cosas. Esa conciencia propia es la que crea la realidad. Tu no eres lo que tu mente te presenta, tu no eres las ideas que te perturban, te invaden y te contaminan. Vivimos arrastrados por pensamientos, acontecimientos, emociones y reacciones.

Aquí y ahora

La vida es aquí y ahora, en el momento presente. Toda la claridad y belleza que fluye en nuestra realidad está distorsionada, enturbiada por pensamientos que nuestra mente nos impone en el presente, que secuestran nuestra percepción y nos quitan la paz y la felicidad.

No dejes que los pensamientos contaminen el momento presente. Vivir el presente es tener la conciencia abierta a lo que está ocurriendo, percibir la realidad tal como es, plenamente, sin añadir ninguna interpretación. Disfruta de toda de la belleza, la frescura y el sabor del momento.

Aleja los pensamientos que anulan tu percepción de la realidad. El pasado ya no es y el futuro será presente más adelante. Sólo se vive el ahora, el hoy.

Cuando te invadan los pensamientos extraños, identifícalos y aléjalos de tu mente. Vuelve tu conciencia y tus sentidos a la realidad.

Toda la belleza, la paz y la felicidad de la vida están en el momento presente. 





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miércoles, 15 de diciembre de 2010

Vencer la depresión

La depresión es una de las experiencias más dolorosas que puede vivir una persona. Las tensiones de la vida y el dolor nos sumergen de repente en un estado de ánimo de tristeza infinita, abatimiento e incapacidad. Toda nuestra energía, nuestro espíritu y nuestra capacidad de pensar de forma objetiva desaparecen. El desánimo se apodera de nuestros pensamientos y nos sentimos incapaces de hacer nada. Ninguna persona deprimida desea estarlo, pero la voluntad no es suficiente para superar la depresión.

Esta enfermedad del estado de ánimo produce una intensa desesperación y tristeza vital. Sus causas pueden estar en los problemas de la vida diaria, como divorcio, fallecimiento de un familiar, desempleo o problemas económicos. Otras veces es la suma de muchos factores, sin que haya una causa clara.

La depresión produce tristeza, que se hace muy intensa, abatimiento y tendencia al llanto. El pensamiento y la concentración se alteran y no somos capaces de pensar de forma objetiva.

Esta enfermedad nos aísla, hace que el trabajo habitual sea agotador e insuperable y perdamos interés por las actividades de nuestro tiempo libre. La persona deprimida pierde el apetito y baja de peso. Además hay desinterés en la esfera sexual

Estos síntomas son más evidentes en las primeras horas del día y mejoran por la tarde. La noche es un suplicio para la persona deprimida. El descanso nocturno se convierte el largas horas de insomnio con pensamientos recurrentes tristes y desesperados.

Es importante saber que la persona deprimida es víctima de una enfermedad. No es responsable de su estado de ánimo y, aunque su mayor deseo es salir de la depresión, no puede hacerlo sólo con su voluntad.

Superar de la depresión

El primer paso para superar la depresión es identificarla. Muchas personas sufren desánimo, tristeza intensa y abatimiento pero no identifican su situación como una enfermedad. Miles de personas arrastran una depresión sin saberlo.

Si sospechas que tú o alguien de tu familia sufre un trastorno del estado de ánimo pide ayuda. Hoy hay tratamientos seguros y eficaces para superar la depresión.

1.- Consulta a tu médico

La depresión es una enfermedad y requiere un diagnóstico y tratamiento correctos. Acude a tu médico y explícale el cambio de tu estado de ánimo y los síntomas que has notado. Hay tratamientos antidepresivos que recuperan los niveles de serotonina en el cerebro y ayudan a salir de la depresión. Los antidepresivos modernos son medicinas seguras y eficaces.

El tratamiento requiere algunas semanas para empezar a producir una mejoría. No dejes la medicación por tu cuenta. No te automediques. Sigue exactamente las indicaciones de tu médico.

2.- Date tiempo

La salida de la depresión requiere tiempo. El estado de ánimo mejora poco a poco. Tienes que tener un poco de paciencia y darte tiempo. Por supuesto vas a curarte, pero no esperes resultados inmediatos.

3.- No tomes alcohol ni drogas

La tristeza y la desesperanza lleva a muchas personas deprimidas a drogarse o beber alcohol en exceso. Evítalos. Ambos aumentan el abatimiento, generan más sentimientos de culpa y retrasan la recuperación

4.- Actividades sencillas

La depresión te quita toda tu energía. Si te sientes agotado, reposa y descansa. El reposo ayuda a la mejoría.

La falta de ánimo y el abatimiento son parte de la depresión y no son fáciles de superar al principio. Piensa en alguna actividad sencilla que te gustaba antes: pasear, oir música, ir al cine. Cuando tengas ánimo, hazlo.

No te agotes, ni trates de hacer cosas que no puedes. Una vez más, date tiempo. Haz lo que puedas, cuando puedas.

5.- Habla con tu familia y amigos

Tu familia y amigos más cercanos deben saber que estás pasando una depresión. Es muy importante que comprendan que la falta de energía y el abatimiento son parte de la enfermedad y no apatía por tu parte.

Personas de tu círculo te diránnecesitas salir y divertirte”arriba ese ánimo” o “a ver si pones algo de tu parte”. Esos consejos son de personas que desconocen la depresión. Es la propia enfermedad la que produce los sentimientos de angustia, pena y desesperación y la persona no puede superarlos sólo con su voluntad.

6.- No estés sólo

La soledad no es buena compañera cuando estás deprimido. El desánimo nos lleva a aislarnos. No te quedes solo, trata de pasar tiempo con un amigo , con un familiar o con una persona que te quiera y entienda la depresión.

7.- No tomes decisiones importantes

La depresión perturba el pensamiento racional y el buen criterio. La persona deprimida no es objetiva. No tomes decisiones importantes como casarte, divorciarte o cambiar de trabajo hasta que tu estado de ánimo y tu juicio racional se hayan recuperado.

8.- Observa tu estado de ánimo

Irás mejorando poco a poco. El tratamiento y el tiempo juegan a tu favor. Notarás que vuelve el apetito, va mejorando tu sueño, tu pensamiento vuelve a ser lúcido y te encuentras más activo.

Si tu ánimo empeora o no se produce una mejoría en un tiempo razonable habla  con tu médico para ajustar el tratamiento.

9.- No dejes el tratamiento

Muchas personas empiezan a notar mejoría y dejan de tomar la medicación por su cuenta. Es un error. Los antidepresivos debe tomarse durante un tiempo después de la mejoría para consolidar la recuperación y evitar recaídas. No dejes tu medicación sin hablar con tu médico.

10.- Recupera tu vida poco a poco

Cuando te notes mejor, reanuda tus actividades en la medida que te notes con ánimo y capaz. La mejoría es progresiva y te recuperarás del todo. La tristeza y los pensamientos negativos van desapareciendo. Recuperarás el apetito y el sueño volverá a ser normal.

La depresión se cura. Volverás a ser el que eras. Ese día habrás ganado la batalla a la depresión.




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